El 1 de mayo con las niñas trabajadoras
de Libreville
Hoy, día de la fiesta de los trabajadores, aprovechamos la ocasión para contaros algo sobre los niños y niñas menores que pasan por los Centros que con vuestra ayuda funcionan 7 días por semana.
¿Qué puede interesaros sobre la realidad de las chicas que vienen al Centro Espoir? Es la realidad de otras muchas jóvenes que malviven en la ciudad de Libreville o Port Gentil (Gabón) y en otros muchos lugares como Bata (Guinea), Cotonou (Benín), Lomé (Togo)… Y podríamos seguir con una lista infinita de países de diferentes continentes en los que no es real la protección de la infancia.
Desde Enero, más de 15 chicas han dormido en nuestro Centro buscando protección. Son jóvenes que en su mayor parte vinieron a Gabón pensando que les esperaba algo bueno: una educación, un futuro mejor. La realidad es que se encontraron trabajando de sol a sol para gente que no les paga y sin ningún derecho. No van a la escuela, nunca han visto un doctor, no se comunican con sus familias, no reciben un sueldo por su trabajo, no tienen un horario, jamás reciben un aplauso… Sin embargo, están acostumbradas a que les insulten, les desprecien, les peguen, les acorten las horas de sueño para que produzcan más…. Por desgracia, algunas también son víctimas de abusos sexuales.
La ley de Gabón dice que está prohibido que los menores trabajen y, cuando las chicas buscan protección, conscientes de los abusos que sufren, el gobierno tiene derecho a exigir que se pague a estas chicas el billete de retorno a su país y una cantidad por año trabajado, que no puede ser menor de 600 euros. Por desgracia, no sólo son los patrones quienes abusan de estas menores. La policía a veces, los trabajadores sociales otras, hacen que el dinero que pagan los infractores se quede por el camino en el bolsillo de alguno de los agentes del Estado. Nadie va a la cárcel y las chicas ven bloqueado su regreso al país de origen porque el dinero pagado por la patrona desaparece sin dejar rastro.
Pues ya veis: nuestra misión no consiste sólo en acoger niñas en el Centro. También tenemos que denunciar y perseguir a los agentes del Estado que en vez de proteger, abusan de los menores maltratados.
Todos los años en los Centros se redacta una memoria en la que recogemos las dificultades y la ausencia de protección de los menores y seguimos trabajando con todas las instituciones para intentar mejorar la seguridad de los más vulnerables.
Vuestra ayuda es muy importante para ellas y para nosotras pues trabajamos en equipo, acogemos a las niñas, las asistimos en sus necesidades básicas pero además intentamos organizar actividades que les permitan VIVIR y no sólo SOBREVIVIR en un mundo que les es hostil.
Aprovechamos esta ocasión para agradeceros vuestros esfuerzos. Sabemos que no hay familia que no esté sufriendo también en España los recortes de la crisis. Vuestra solidaridad permite que otros vivan.
¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!
Un abrazo grande El equipo de ESPOIR
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